domingo, 26 de agosto de 2012

EL PODER DEL ARTE II


¿Arte y Diseño?
Sí, 356 años antes de Cristo nacía el “logo” de Alejandro Magno. Hizo acuñar su rostro en cientos de monedas para mostrar su poderío a todos sus súbditos y a su nuevo inmenso Reino. “Imagen = Poder” La revolución artística. Transmitir el poder mediante el Arte, el lenguaje internacional de las imágenes. El Poder de la imagen en el rostro humano sigue formando parte de nuestra historia hasta hoy día. Durante generaciones continuarán utilizando esta brillante idea la mayoría de dirigentes en todo el planeta.
Recordatorio constante de quién está al mando.
 Onésimo Colavidas


Augusto de Prima Porta

Personificado como thoracatus —o jefe supremo del ejército romano estamos ante un retrato, de cuerpo entero, del emperador Octavio Augusto.



La estatua es una imagen idealizada de Augusto que se basa en el Doríforo de Policleto del siglo V a. C.
Es una figura de bulto redondo, tallada en mármol,que aún conserva restos de dorado, púrpura, azul, y otros colores con los que fue policromada.
La postura es de contrapposto, creando diagonales entre los miembros tensos y los relajados, es un rasgo típico de la escultura clásica.

Augusto aparece en pie, vestido de militar, sosteniendo un bastón de mando consular y levantando la mano derecha, mostrando la corona de laurel del triunfo a sus tropas.


La coraza tiene una serie de relieves que hacen alusión a diversos dioses romanos, entre ellos, Marte, el dios de la guerra, también personificaciones de los últimos territorios conquistados por él: Hispania, Galia, Germania, Partia (persas de la frontera del Eufrates que habían humillado a Craso, y aquí aparecen devolviendo los emblemas robados a aquellas legiones); sobre ellos, el carro del Sol, ilumina los pasos de Augusto.


El estilo de este retrato está más cerca del idealismo de la época helenística, que del realismo latino. Tiene la técnica de paños mojados, una técnica que transparenta la musculatura de Augusto.

Augusto ha sido retratado descalzo, como los antiguos héroes olímpicos, y un Cupido (que cabalga sobre un delfín) le abraza la pierna, simbolizando su inmortalidad como heredero de la diosa Venus a través de Eneas.


El retrato oficial, los emperadores romanos lo convirtieron en instrumento de propaganda gubernamental, cuya función política era muy evidente: se trataba de mostrar al pueblo romano que el emperador —Augusto, en este caso— era un ser excepcional, equiparable a los antiguos héroes mitológicos, e incluso digno de ascender a la divinidad del Olimpo.

El Emperador retratado
Augusto, fue el primer emperador de Roma (del 27 a. C., al 14 d. C.) y, además, puso fin a las guerras de conquista, comenzando un periodo de paz que, salvo guerras esporádicas, duró dos siglos (pax romana).

En la escultura, también hubo importantes cambios: si en época republicana dominaba el realismo extremo. Durante el Imperio la influencia griega se deja ver en los retratos de los emperadores, que eran idealizaciones que resumían todas las virtudes que debía tener alguien excepcional, digno de gobernar aquel imperio.

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