¿Arte y
Diseño?
Sí, 356 años
antes de Cristo nacía el “logo” de Alejandro Magno. Hizo acuñar su rostro en
cientos de monedas para mostrar su poderío a todos sus súbditos y a su nuevo
inmenso Reino. “Imagen = Poder” La revolución artística. Transmitir el
poder mediante el Arte, el lenguaje internacional de las imágenes. El Poder
de la imagen en el rostro humano sigue formando parte de nuestra historia
hasta hoy día. Durante generaciones continuarán utilizando esta brillante idea
la mayoría de dirigentes en todo el planeta.
Recordatorio
constante de quién está al mando.
Onésimo
Colavidas
Augusto
de Prima Porta
Personificado
como thoracatus —o jefe supremo del ejército romano estamos ante un retrato, de
cuerpo entero, del emperador Octavio Augusto.
La
estatua es una imagen idealizada de Augusto que se basa en el Doríforo de
Policleto del siglo V a. C.
Es
una figura de bulto redondo, tallada en mármol,que aún conserva restos de
dorado, púrpura, azul, y otros colores con los que fue policromada.
La
postura es de contrapposto,
creando diagonales entre los miembros tensos y los relajados, es un rasgo
típico de la escultura clásica.
Augusto
aparece en pie, vestido de militar, sosteniendo un bastón de mando consular y
levantando la mano derecha, mostrando la corona de laurel del triunfo a sus
tropas.
La
coraza tiene una serie de relieves que hacen alusión a diversos dioses romanos,
entre ellos, Marte, el dios de la guerra, también personificaciones de los
últimos territorios conquistados por él: Hispania, Galia, Germania, Partia
(persas de la frontera del Eufrates que habían humillado a Craso, y aquí
aparecen devolviendo los emblemas robados a aquellas legiones); sobre ellos, el
carro del Sol, ilumina los pasos de Augusto.
El
estilo de este retrato está más cerca del idealismo de la época helenística,
que del realismo latino. Tiene la técnica de paños mojados, una técnica que
transparenta la musculatura de Augusto.
Augusto
ha sido retratado descalzo, como los antiguos héroes olímpicos, y un Cupido
(que cabalga sobre un delfín) le abraza la pierna, simbolizando su inmortalidad
como heredero de la diosa Venus a través de Eneas.
El
retrato oficial, los emperadores romanos lo convirtieron en instrumento de
propaganda gubernamental, cuya función política era muy evidente: se trataba de
mostrar al pueblo romano que el emperador —Augusto, en este caso— era un ser
excepcional, equiparable a los antiguos héroes mitológicos, e incluso digno de
ascender a la divinidad del Olimpo.
El
Emperador retratado
Augusto,
fue el primer emperador de Roma (del 27 a. C., al 14 d. C.) y, además, puso fin
a las guerras de conquista, comenzando un periodo de paz que, salvo guerras
esporádicas, duró dos siglos (pax romana).
En
la escultura, también hubo importantes cambios: si en época republicana
dominaba el realismo extremo. Durante el Imperio la influencia griega se deja
ver en los retratos de los emperadores, que eran idealizaciones que resumían
todas las virtudes que debía tener alguien excepcional, digno de gobernar aquel
imperio.
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